Es uno de los talentos más prominentes en la industria de moda urbana en Sudamérica, de los favoritos de varios artistas para sus presentaciones y hoy, Bruno Giordano, nos comparte su historia.

Hablar de Bruno, es acordarme de sueños, sueños que hablábamos en nuestros 20’s en algún café de Palermo, y que hoy, ver que se concretan, se materializan y se reproducen con aún mas ambición, nuevos proyectos y más éxito me llena el corazón. Por eso, compartir su historia, es compartir la alegría de ver que los peruanos tenemos talentos que trascienden fronteras. De Lima y con un espíritu muy argento, es lo mejor de ambos con su propuesta única:

Camaleónicas: ¿Cómo llegaste a descubrir tu vocación por el diseño de modas?

Bruno Giordano: Desde muy chico me incliné hacia la creatividad. Tenía una obsesión con los peluches, solo pedía que me regalen eso (risas). Recuerdo que les diseñaba la ropa con retazos de telas y hacía accesorios con plumas y cadenas. Soy hijo único, pasaba muchas horas solo creando mundos de fantasía con estos personajes, siempre me gustaba usar desperdicios e imaginaba performances donde eran los protagonistas. Muy loco porque hoy en día trabajo identidad de vestuario con artistas. 

Pasaron los años, cuando terminé el colegio, mi familia quería que siga una carrera tradicional e hice unos años de Administración de Empresas, inicié con finanzas y terminé en marketing. Estaba muy confundido. Era muy chico para decidir qué hacer con mi vida, salí del colegio a los 16 años. 

BG: En el proceso, había hecho una marca de ropa con una amiga y me di cuenta que lo mío era el diseño. Decidí dejar la universidad y emigrar a Argentina para estudiar Diseño de Modas en la Universidad de Palermo y comenzar una vida de cero. No estaba seguro si me iba a gustar al 100%, no sabía coser ni hacer moldes, tenía mucho miedo en ese momento de empezar la carrera y que no sea lo mío, si me iba mal mi otra opción era estudiar dirección de cine, pero no me equivoqué, lo mío era el diseño. 

Siento que Argentina me enseñó a encontrarme conmigo mismo y hacerme fuerte. Cuando llegué no conocía a nadie, estudié y trabajé, me hice de cero solo y con la convicción que me iba a ir bien. Confiaba en mi esencia.

“Fueron años muy duros al principio, pero todo el esfuerzo trajo su recompensa, aunque suene a cliché.” Bruno Giordano

C: ¿Hay alguna prenda que sientes que se volvió distintiva en tus colecciones?

BG: Siento que cada colección tiene prendas muy de esencia, nacen del research y lo que en ese momento me sale del corazón. Mis últimas colecciones se volvieron muy personales. Hubo un crecimiento a lo largo de estos años, siempre busco seguir perfeccionándome, soy muy exigente.

C: ¿Cómo describes a Bruno Giordano como marca en 3 palabras? ¿Y por qué las eliges?

BG: Experimental, no gender y funcional. Creo que la esencia de mi marca es crear piezas de diseño únicas. Me encanta crear texturas de cero, todo es unisex y no es como la frase ‘la moda incomoda’.

“Mis piezas son prendas vanguardistas que puedes llevar sin dificultad.” Bruno Giordano

C: ¿En qué sientes que ha influido en ti la cultura argentina? ¿Y la cultura peruana?

BG: Si bien estamos en el mismo continente, somos culturas muy distintas. Lo que puedo decir que influyó en mí, de estos dos mundos, es que nos sentimos orgullosos de lo que somos, de donde nacimos. Si bien, no somos como otras realidades del mundo, logramos cosas únicas, siempre apuntamos a ser vanguardia con lo que tenemos y que con creatividad e ingenio podemos lograr grandes cosas. Nada nos limita.

“Me considero 50% peruano y 50% argentino.” Bruno Giordano

Camaleónicas: ¿Cómo llegas al ámbito urbano? 

BG: Venía trabajando con mi marca homónima hace unos años, como canal de expresión artístico, no lo veía como un negocio. Trabajaba como diseñador en una marca de retail conocida y en pandemia me quedé sin trabajo. La realidad de ese momento me llevó a tener que trabajar para mí porque no tenía de otra. Las ofertas del rubro en ese momento eran muy malas. 

En el verano 2021, había sacado una colección que se llamó ‘Desconectadxs’ y, de pronto, me llegaron dos propuestas que cambiaron el rumbo de mi vida. Era para diseñar vestuario para Maria Becerra y Nicki Nicole. Era la primera vez que trabajaba con artistas, recién se estaba abriendo la cuarentena y eran de los primeros shows de ellas. Fue mágico porque tenía libertad artística, podía proponer  y no me trataban como ‘el raro’, como cuando trabajaba en relación de dependencia, y dije es por aquí. 

Al corto tiempo, empezaron a llamar otros artistas, no solo urbanos, sino del rock e indie. Diseñé vestuario para series, películas y publicidad. Todo se fue dando de forma rápida. La verdad estaba muy sorprendido de todo lo bueno que me estaba pasando, era todo lo que había soñado. Por fin podía vivir del arte.

“Siempre trato de poner mi esencia en cada proyecto y respetar la esencia de cada artista. Hay que ser respetuoso con estos mundos, no podemos imponer algo y que el ego domine. Es arte al fin y al cabo. Hay que dejar fluir.” Bruno Giordano

Camaleónicas: ¿Qué es lo que quieres que la gente recuerde cuándo use una de tus prendas?

BG: Que están llevando una prenda que fue pensada desde el corazón. Mis colecciones cuentan historias y hay un detrás que muchas veces nunca se sabrá. Muchas prendas son únicas, o sea, de verdad, no verás a otra persona con la misma prenda. Hay muchas horas de trabajo creativo, desarrollo de producto y realización. Hay muchas personas involucradas en el proceso.

– ¿A dónde te gustaría llegar con tus colecciones?

BG: A los principales fashion week’s del mundo. Me llegan muchas propuestas internacionales que me emocionan mucho, todo se va dando. Es importante potenciar los canales de suministro, la comercialización online y el trabajo con multimarcas internacionales. Todo lleva tiempo, pero hay que ser pacientes y seguir trabajando. 

“Siento que es el inicio de un gran crecimiento en la industria de moda en Sudamerica, hay mucho potencial. Los ojos hoy apuntan hacia nuestro continente.” Bruno Giordano

Desde Camaleónicas, sabemos que así será.