Richard Caits presenta su primer libro que además de una situación difícil, nos muestra una lección de esperanza y amistad.

En mi último viaje a NYC tuve el placer de conocer a Richard y escuchar su historia de vida, la cual no fue nada fácil. La experiencia de su madre, que pasó 8 meses hospitalizada y murió, es algo que nos hace pensar, pero también nos hace reflexionar. En estas líneas entenderemos por qué es una historia de esperanza y amistad, apuesto a que más de uno se sentirá identificado con este libro.

Camaleónicas: Háblanos de tu libro. ¿Cómo surgió esta idea y este proyecto? ¿Cómo concebiste la idea en general?

Richard: Empezó porque un grupo de personas que conocía el año pasado me dijeron que había sido una experiencia muy inusual, agitada y loca. Tu madre estuvo hospitalizada durante unos ocho meses. La mayoría de las personas no están hospitalizadas durante tanto tiempo, ya sabes, excepto las personas con enfermedades terminales. Pero ella no estaba terminal para empezar. Ingresó en el hospital porque supuestamente tuvo un brote psicótico en el trabajo, llamaron a la policía y pasó ocho meses en tres hospitales diferentes y cada vez estaba peor. Y me di cuenta de que eran los medicamentos los que lo estaban provocando. Murió en noviembre del año pasado. Así que, alrededor de abril de este año, finalmente comencé a pensar en ello. Algunos amigos me decían que realmente debería escribir un libro sobre esto. Y me resistí a esa idea el año pasado. Pero cuanto más pensaba en ello, más germinaba la idea en mi mente. Me di cuenta de que sí, que debería escribir un libro porque el sistema hospitalario preferiría que simplemente muriera en un agujero profundo y oscuro y que siguieran adelante, que no dijeran nada al respecto.

“Esta es mi manera de mantener viva su memoria.” Richard Caits

C: Porque el arte también cura. Entonces, como lección de vida, ¿cómo sientes que te ha ayudado el libro?

R: Es una buena pregunta. Creo que me ha ayudado porque estaba muy enfadada cuando escribí este libro al principio, cuando tenía el primer borrador, porque empecé a escribirlo en abril y lo terminé en agosto y finalmente lo publiqué en septiembre. Y a medida que iba escribiendo, me enfadaba cada vez menos. Es decir, estuve básicamente enfadada todo el tiempo que escribí el primer borrador. Había muchas palabrotas, muchas palabras soeces, pero ese era el estado de ánimo en el que me encontraba. Pero luego, cuando volví a leerlo, 452 páginas, lo volví a editar y lo edité. Y eso me hizo darme cuenta de que esto realmente me ha ayudado. Me ha ayudado a sacarme de encima mucha ira por las consecuencias en la medicina o por lo que está pasando también, bueno, ya sabes, hoy en día todo gira en torno a la economía, por lo que cuando la gente lee el libro se va a sentir identificada con la situación. En realidad, creo que es así porque hay muchas personas que conocen que tienen un padre, una esposa, un marido, lo que sea, un pariente, amigos en el hospital, y sienten que tal vez no saben qué hacer. Tal vez se sienten impotentes. No saben a quién recurrir, con quién hablar.

“Al escribir esto, al menos puedo hacer saber a la gente que yo también he estado en esta situación. He tenido que lidiar con ella. E incluso ofrezco algunos puntos de conversación, algunos consejos”. Richard Caits

R: Si tienes un buen amigo, como tuve la suerte de tener, y lo mencioné en el libro, si tienes un amigo que sea un defensor de pacientes en el hospital, que haya trabajado en el sistema de salud, que sea capaz no solo de hablar con los médicos, sino también de llamarles la atención, francamente, cuando tienen que hacerlo, eso ayuda mucho. Porque mi madre, en última instancia, no sobrevivió a su hospitalización de ocho meses. Pero estoy seguro de que, si no hubiera tenido un defensor de pacientes muy capaz conmigo, habría muerto mucho antes, tal vez dos, tres o cuatro meses en lugar de tener que estar hospitalizada ocho meses. Estoy seguro de que pude, si no salvarle la vida, al menos prolongarla mientras estuvo en el hospital.

C: Si pudieras conceptualizar en una palabra el principal valor que el libro va a aportar a las personas que lo lean ¿cuál sería?

R: Quiero decir ESPERANZA. Porque aunque la historia finalmente terminó con su muerte, no quiero que parezca una historia triste como “oh pobre de mí, mi madre murió”, “el malvado sistema hospitalario” (risas) porque realmente trata de eso, pero al mismo tiempo también es una historia de amistad y esperanza. Las amistades que me apoyaron durante su hospitalización de ocho meses, las personas que la visitaron en el hospital. Traté de hacer la historia un poco alegre, por eso la mezclé en ciertos capítulos, no todos los capítulos son sobre mi madre en el hospital.

C: Ahora que el libro ya está disponible, ¿cuál ha sido tu mayor reto para publicarlo?

R: En realidad no tuve ningún desafío para publicarlo. Básicamente, me puse en contacto con una editorial que encontré a través de una búsqueda en Internet en Los Ángeles. Leí críticas sobre ellos en línea antes de comenzar a trabajar con ellos. Básicamente, trabajamos juntos y publicaron mi libro por mí. Si hubo algún desafío, supongo que la parte más desafiante fue simplemente volver atrás, reeditar, reeditar, reeditar, quitar ciertos capítulos que sentí que no encajaban. Eso también puede ser un desafío, decidir qué encaja, qué lo hace más deprimente, porque a veces puede ser difícil juzgar.

“Cuando escribes, es difícil ser subjetivo y objetivo a la vez”. Richard Caits

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