Exclusive Talk: Nicole C. Leave, la stylist que marca hitos con sus pasos en el mundo de la moda
La visión de vida de Nicole C. Leave está llena de color, pero a la vez llena de enseñanza. En estas líneas conocemos más de la mente creativa de una stylist que está revolucionando Miami.
Hace unas semanas, fuimos al reconocido Instituto Marangoni para conocer su propuesta académica, porque como saben, en este blog somos adictos al estudio. Grata fue nuestra sorpresa al conocer a una de las profesoras y stylist que, tras su paso por las aulas, no solo se convirtió en la primera valedictorian en la historia de dicha institución, sino que se abre camino en la industria a pasos agigantados.
Camaleónicas: ¿Cómo llegaste a este mundo del estilismo?
Nicole: Desde que era pequeña, siempre me sentí inmensamente atraída por el mundo de la moda. Era esa niña que usaba lazos gigantes de colores y se vestía de manera vibrante. Recuerdo que, desde entonces, tenía claro que, cuando “fuera grande,” quería ser diseñadora de modas. Incluso tenía un pequeño cuaderno donde dibujaba vestidos y trajes, un cuaderno que, de hecho, he guardado hasta el día de hoy.
A los 13 años, mi familia y yo tuvimos que emigrar a Estados Unidos debido a la inseguridad y la situación política en Venezuela. Mudarnos a Miami fue un cambio enorme en mi vida. Me encontré rodeada de personas con estilos súper diferentes, algo muy distinto a lo que estaba acostumbrada, viniendo de una comunidad judía pequeña en Caracas.
Como te mencioné, siempre quise ser diseñadora, así que en mi segundo año de secundaria, empecé a visitar universidades e institutos de moda aquí en Miami, y así fue como conocí el Istituto Marangoni. Un año después, participé en un programa de verano de dos semanas en el instituto, donde aprendí los fundamentos de la industria de la moda. Fue durante ese tiempo que me di cuenta de que mi verdadera pasión no estaba en diseñar ropa, sino en estilizarla. Me encantaba la parte de contar una historia a través de la ropa, pero no tanto la parte de coser.
Al mismo tiempo, estaba cursando una clase de investigación en el colegio, y para nuestro proyecto final teníamos que hacer un estudio sobre un tema que nos interesara y que no se hubiera investigado antes. Naturalmente, quería hacer algo relacionado con la moda, pero no sabía exactamente qué. Entonces, hablé con una prima que estudiaba diseño de modas en la universidad, y me contó sobre el movimiento de la sustentabilidad, que en ese entonces era algo muy nuevo y de lo que no se hablaba mucho. Así fue como decidí investigar y hacer mi presentación final enfocada en ese tema.
Durante el resto de mis años de secundaria, hice pasantías en varias casas de moda. Sin embargo, cuando llegó el momento de elegir una carrera universitaria, opté por lo que creía que me ofrecería un futuro más seguro y comencé una carrera en Sostenibilidad y el Entorno Construido, también conocido como “Sustainability in the Built Environment,” con doble especialización secundaria en Innovación y Sociología en la Universidad de Florida, la mejor universidad pública del estado.
A pesar de que tenía esta idea, no tardé mucho en darme cuenta de que estaba en el camino equivocado. No disfrutaba lo que estaba estudiando, ni me gustaba donde estaba viviendo. Era realmente infeliz, y sabía que necesitaba hacer un cambio. Fue una decisión difícil, pero después de hablar con mis padres y pensarlo mucho, decidí seguir mi sueño de toda la vida y hacer una carrera en la moda. Apliqué al Istituto Marangoni Miami, la universidad de la que me había enamorado unos años atrás, y después de una serie de entrevistas, fui aceptada. Así que dejé Gainesville y regresé a Miami, lista para comenzar de cero y empezar mi carrera como estilista de modas.
“Desde las primeras clases que enseñé, la sensación fue increíble. Ver cómo podía formar a jóvenes e influir en su futuro resultó ser extremadamente gratificante. Me hizo sentir que estaba retribuyendo al mundo y a la universidad que me formó como profesional de una manera sumamente significativa.” Nicole C. Leave
C: Y en Marangoni, ¿qué sentiste que fue la diferencia que marcó tu vida? Como para decir, también me dedico a la docencia.
N: Al ser una universidad pequeña, la experiencia es muy personalizada. Realmente tienes la oportunidad de conocer a los profesores, al personal y a los alumnos a un nivel más personal. Todo el mundo se conoce entre sí, y para mí, eso fue algo muy especial. A pesar del trato individualizado en el aula, también había muchas oportunidades para trabajar con los profesores fuera de clase, en un ambiente más profesional.
Me encantaba quedarme conversando con mis profesores y el personal, ya sea antes o después de las clases. Me interesaba mucho el contenido de las materias, y esa conexión me ayudó a aprender aún más. Además, visitaba al decano todos los días. Me sentaba en su oficina y hablábamos sobre mis avances, oportunidades externas y otros temas relacionados. Al ver mi interés por involucrarme y hacer un esfuerzo adicional, el decano me empezó a introducir en el mundo de la enseñanza.
Comencé a preparar masterclasses y webinars sobre las últimas tendencias de la temporada y, poco después, me propuso enseñar cursos cortos para los programas juveniles de la universidad que se llevaban a cabo los sábados. Acepté la propuesta y empecé de inmediato. Todo esto ocurrió el mismo año en que me uní a la universidad. Comencé mi carrera en mayo y, para octubre de ese mismo año, ya estaba dando clases. Desde el primer curso, la experiencia fue muy gratificante. Me encantó compartir mis conocimientos con otros y supe que quería seguir haciéndolo.
Unos semestres más tarde, tomé una clase de oratoria. El profesor, al ver cómo me desenvolvía en clase, siempre siendo la primera en levantar la mano y participar, me propuso que leyera los próximos capítulos del libro y preparara la siguiente clase. Esta experiencia fue aún más satisfactoria, ya que pude aplicar todas las técnicas de oratoria que nos habían enseñado y logré mantener a todos mis compañeros interesados y participativos durante toda la clase. No puedo describir lo feliz que me sentí en ese momento.
Después de eso, continué dando algunas clases más para mi curso de oratoria y, al mismo tiempo, seguí enseñando los cursos cortos de los sábados durante dos años hasta que me gradué. Ese momento de orgullo en mi clase de oratoria fue cuando me di cuenta de cuánto disfrutaba enseñar y lo natural que se me daba. Hoy en día formo parte de la facultad de IMM como profesora pre universitaria de estilismo y tendencias de moda, compartiendo mi pasión con los estudiantes.
C: Tomé tu clase de muestra en Marangoni, así que me gustaría hacerte la misma pregunta que hiciste a los chicos. Si pudieras describir tu estilo en tres palabras, ¿ya tienes esas tres palabras en mente?
N: Sí, he pensado mucho en esto, y si tuviera que describir mi estilo personal en tres palabras, serían colorido, ecléctico y atrevido.
Colorido porque me encanta añadir colores vibrantes a mis looks y mezclarlos entre sí. Casi siempre estoy vestida de color. Aunque un outfit sea sencillo, siempre trato de incluir al menos un toque de color. Es algo que me caracteriza bastante.
Ecléctico porque mi estilo es muy variado. No se limita a un extremo de blanco o negro, sino que exploro una amplia gama de grises, diferentes estilos, dependiendo de cómo me sienta y de las actividades del día. Un día me puedes ver con un look muy femenino, al siguiente con algo más relajado y suelto, y al siguiente con un outfit clásico. Me gusta jugar con diferentes estilos y expresarme a través de mi ropa.
Atrevido porque me encanta experimentar con siluetas y estampados. Disfruto mezclando diferentes prints y colores, y transformando prendas para darles un uso innovador. Por ejemplo, a veces uso un sombrero con bufandas por debajo, un blazer al revés, o abotono una camisa de manera diagonal.
Estas son las tres características que siempre verás en mis looks y que me permiten experimentar con mi estilo.
C: ¿Y tienes alguna pieza o accesorio que para ti no pueda faltar en tu closet?
N: En mi clóset, no pueden faltar un blazer y un sombrero. Aunque no son las piezas básicas tradicionales, son esenciales para mi estilo y se han convertido en mi firma personal. De hecho, si te fijas en el logo en la parte trasera de mi tarjeta de presentación, verás que las líneas se entrelazan para formar una combinación sutil entre la parte superior de un sombrero y la solapa de un blazer. Quería que mi logo capturara estos elementos que definen mi estilo y por los que la gente me reconoce.
C: ¿Qué le recomendarías a los que quieren seguir esta carrera?
N: Mi primer consejo para quienes me hacen esta pregunta es comenzar a construir su portafolio de manera sencilla. Aprovecha al máximo las herramientas que tienes a tu alcance. Pide a una amiga que sea tu modelo y a alguien interesado en la fotografía que sea el fotógrafo. Sé ingenioso. Es mejor empezar con conceptos simples pero impactantes, que se vean bien hechos, en lugar de lanzarse de inmediato a ideas complejas para las que quizás no tengas la experiencia, el equipo o los recursos necesarios. La técnica y la sofisticación se desarrollan con el tiempo.
Este consejo es relevante tanto si estás considerando una carrera universitaria en este campo como si no. Para quienes desean seguir esta carrera en el ámbito académico, les recomendaría aprovechar cada oportunidad que se presente, ya sea quedándose después de clase para ayudar, participando en proyectos o haciendo voluntariado los fines de semana. Estas experiencias no sólo te ayudarán a construir una red de contactos valiosa, sino que también demostrarán tu disciplina y tu capacidad de perseverancia. Con el tiempo, esto puede abrir muchas puertas.
Cuando estaba en Marangoni, recibíamos un boletín semanal con oportunidades de voluntariado. Todos los viernes, leía el boletín religiosamente y me anotaba en todas las oportunidades. Esto no solo me permitió construir mi red de contactos, sino que también mostró mi disposición a trabajar duro. Como resultado, mis profesores y conocidos comenzaron a ofrecerme más oportunidades y trabajos en el campo del estilismo.
Ir más allá de lo esperado es crucial para destacar en esta industria tan competitiva. Gracias a este enfoque proactivo, pude completar mi carrera de cuatro años en solo dos, graduándome con honores y convirtiéndome en la primera valedictorian en la historia de Istituto Marangoni Miami, con el GPA más alto de toda la universidad.
C: ¿Cómo fue tu primera experiencia desarrollándote como stylist?
N: Mi primera experiencia en el estilismo comenzó cuando apliqué a la universidad. Una vez aceptada en el programa, Marangoni ofrecía la oportunidad de aplicar a una beca. El requisito era realizar un photoshoot de diez fotos que contaran una historia relacionada con Miami y la sustentabilidad. Para destacar en este desafío, decidí usar dos modelos en lugar de uno, lo que me permitió estilizar veinte outfits en vez de diez, como me imaginaba que la mayoría habría hecho.
Tenía una semana para desarrollar el concepto, crear los looks, fotografiarlos, editar las fotos, montar una presentación y presentarla al comité de admisiones de la universidad. Con sólo mi intuición, logré cumplir con todos estos requisitos y obtuve la beca más alta.
Hoy en día, ese proyecto se ha convertido en el modelo a seguir para las becas en la universidad. Se presenta a todos los aplicantes como el nuevo estándar de lo que se espera al aplicar. De hecho, a menudo los estudiantes nuevos me dicen que les resulta familiar mi cara y que vienen de allí.
SEPT SUR SEPT
C: ¿En que sientes que se diferenció tu trabajo?
N: Siempre he creído que todo lo que hacemos debe tener un porqué, una explicación que respalde nuestras ideas. Para mí, eso es lo que realmente le da valor a las cosas. Cada uno de mis trabajos tiene un propósito detrás: una historia, una explicación, una enseñanza, una noticia, un mensaje.
Mi trabajo se destaca por ser muy experimental. Me gusta contar historias poderosas, fuera de lo común, desafiar lo que se considera “bonito” o superficial en la moda, buscando siempre crear algo que impacte. Mis técnicas se caracterizan por el uso de materiales y texturas poco convencionales para crear arte a través de la moda. Por ejemplo, en lugar de usar una camiseta típica y unos pantalones, yo haría una camisa hecha de cuerdas de alambre y un pantalón elaborado con piezas de cinta adhesiva. Esa es mi diferencia.
“En la moda y en la vida, el valor real surge cuando cada elección tiene un propósito y cada historia es contada. Nunca subestimes el poder de un mensaje claro; es el porqué detrás de lo que hacemos lo que realmente da sentido a nuestra creación.” Nicole C. Leave
C: ¿Cuál ha sido uno de los trabajos más complejos que haz desarrollado?
N: Uno de los proyectos de los que me siento más orgullosa es mi exposición personal titulada “Nunca Olvidar”, centrada en el Holocausto Judío. Este trabajo, que marcó el final de mi carrera universitaria, no solo es uno de los más significativos y personales que he realizado hasta ahora, sino también el más desafiante que he enfrentado en mi vida.
Para este proyecto, creé una serie de 12 fotografías inspiradas en un diario que escribí durante un viaje a los campos de concentración en Polonia cuando tenía 16 años. Cada imagen captura una emoción o un momento específico de mi experiencia en Auschwitz, Majdanek y Treblinka, algunos de los campos más horrendos de la historia. El número 12 no fue elegido al azar; representa elementos importantes dentro del judaísmo, como las tribus de Israel, los meses del calendario hebreo, los discípulos de Moisés, y las principales constelaciones. Mi objetivo era rendir homenaje a las seis millones de vidas judías perdidas durante esta tragedia, mostrando que la moda puede ser mucho más que solo estética: puede contar historias profundas y conmovedoras. Cada detalle del proyecto estuvo cuidadosamente diseñado para tener un propósito significativo.
“En mi sitio web, puedes encontrar esta colección de fotografías en la sección de “Experimental Styling” bajo el nombre Never Forget.” – Nicole C. Leave.
HEARTACHE: REMAINS
N: Lo que hizo que este proyecto fuera verdaderamente innovador es que fui la primera creativa en utilizar el estilismo experimental para narrar esta historia. Al principio, todos aquellos a quienes les presentaba mi idea, desde profesores hasta familiares, incluidos mis padres, me decían que ni se me ocurriera tocar ese tema. Sin embargo, al final del día, mi determinación, rebeldía, y valentía fueron aplaudidas por aquellos mismos que inicialmente me habían desalentado.
A lo largo de mi carrera, siempre he creído en la importancia de infundir significado y propósito en todo lo que hago. Creo que cada proyecto debe transmitir un mensaje claro y tener una razón de ser, ya que esto no solo añade valor al trabajo, sino que también asegura que resuene profundamente con quienes lo ven. La exposición “Nunca Olvidar” es un claro ejemplo de cómo el storytelling a través de la moda puede trascender los límites de la simple estética, creando una experiencia visualmente impresionante y emocionalmente poderosa. Es un testimonio de mi compromiso con mi herencia y de cómo la moda puede servir como un medio para contar historias que merecen ser escuchadas.
Este proyecto es mi mayor logro, ya que superé las fronteras de la moda de maneras que nunca imaginé, creando una composición visualmente impresionante y profundamente impactante—una hazaña que muchos consideran inalcanzable en el ámbito de la moda.
“La exposición “Never Forget” es una prueba del poder del storytelling a través de la moda y de la conexión profunda con mi herencia. ” – Nicole C. Leave.
DEHUMANIZATION: SHAVED HEADS
“Como estilista, mi misión es convertir visiones artísticas en realidades vibrantes, llevando mis raíces y experiencias a cada creación. Mi viaje ha sido un testimonio de que, con pasión y dedicación, lo imposible se convierte en posible.” Nicole C. Leave
Todos los trabajos publicados en este artículo son propiedad de Nicole C Leave
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